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Música en territorio puma | AMA | Una tarde de música de cámara en la corte francesa

Música en territorio puma | AMA | Una tarde de música de cámara en la corte francesa

Sin duda, fue el interés de Luis XIV, el célebre Rey Sol de Francia, por utilizar las artes como parte de su estrategia política y económica, lo que permitió el florecimiento de una boyante actividad musical en torno a la corte francesa. De esto da cuenta la Academia de Música Antigua de la UNAM con este recital encaminado a ilustrar brevemente un panorama de la música de cámara que se produjo durante este fértil periodo de los siglos XVII y XVIII que incluye una obra de una de las compositoras predilectas del Rey Sol: Elisabeth Jacquet de la Guerre.

Participantes

Academia de Música Antigua de la UNAM
Eunice Padilla, directora artística

Programa

Jean-Philippe Rameau (1683-1764)
Selecciones instrumentales de Dardanus
Ouverture
Tambourin I & II
Entrée pour les Guerriers
Duración aproximada: 8 minutos

Louis-Antoine Dornel (1691-1765)
Sonata en cuarteto en si menor del Livre de Simphonies
Gravement-vite
Duración aproximada: 8 minutos

Michel Pignolet de Montéclair (1667-1737)
Selecciones del Primer concierto para dos violas en re mayor
(original para dos flautas traversas)
Première badine-légèrement
Deuxième badine-rondeauFugue-légèrement
Duración aproximada: 4 minutos

Elisabeth Jacquet de la Guerre (1665-1729)
Sonata en trío núm. 4 en sol menor
I. Grave
II. Presto-(Adagio)
III. Presto Adagio-Presto
IV. Aria affettuoso-Adagio
V. Allegro
Duración aproximada: 8 minutos

Joseph Bodin de Boismortier (1689-1755)
Sonata en trío en mi menor, Op. 37 núm. 2
I. Allegro
II. Largo
III. Allegro
Duración aproximada: 6 minutos

Michel Corrette (1707-1795)
Concerto comique núm. 25 en sol menor, Les sauvages et la Fustemberg
I. Allegro (Les sauvages)
II. Andante (Quand on sait aimer et plaire)
III. Allegro (La Fustemberg)
Duración aproximada: 9 minutos

Duración total aproximada: 43 minutos

Semblanza de los participantes

Academia de Música Antigua de la UNAM
La Academia de Música Antigua de la UNAM (AMA) fue fundada en 2017 con el objetivo de impulsar la formación académica y artística a nivel profesional de jóvenes especialistas en música de los siglos XVII y XVIII. Este proyecto de Música UNAM, el primero en su tipo creado por una institución de educación superior en México, busca integrarse a los esfuerzos por investigar y divulgar la música antigua.

Entre los directores que han sido invitados a colaborar con el ensamble se pueden mencionar a Bernardo García-Bernalt, Marc Destrubé, Emilio Moreno, Raúl Moncada, Michael Form, Horacio Franco, Rafael Palacios y Josep Cabré, entre otros. Varios preparadores musicales especialistas en música barroca se encargan de supervisar el aprendizaje y perfeccionamiento técnico y estilístico de los becarios.

La doctora Eunice Padilla asumió la dirección artística a partir de enero de 2021.

Eunice Padilla
Directora artística
Eunice Padilla es graduada de la carrera de piano en la Escuela Nacional de Música de la UNAM; obtuvo maestrías en interpretación de clavecín y fortepiano en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra en Boston y el doctorado en tecnología musical en la Facultad de Música de la UNAM. Ha recibido premios y distinciones académicas a lo largo de su carrera, como las medallas Alfonso Caso y Gabino Barreda así como la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 1999 en el área de Creación Artística y Difusión de la Cultura. Ha ofrecido recitales y conciertos en escenarios de México, Estados Unidos y otros países de América, Asia y Europa. Desde 1997 pertenece al ensamble La Fontegara, con el que tiene varias producciones discográficas. Estuvo a cargo del programa semanal Bajo continuo, transmitido a través de Opus 94.5 FM del Instituto Mexicano de la Radio. Además de su actividad como concertista, es profesora en la Facultad de Música. Ha sido tutora de bajo continuo de la Academia de Música Antigua de la UNAM desde su fundación.

Notas al programa
Durante el siglo XVII y principios del XVIII, el arte jugó un papel muy importante en la representación del poder. La música se volvió indispensable para este propósito, pues apareció en todos los lados: en los servicios religiosos, acompañando los eventos públicos de la realeza y, por supuesto, como parte del entretenimiento del monarca y su corte. Sin embargo, la organización y el apoyo a las artes que caracterizó a la Francia de Luis XIV no tuvo comparación.
El también conocido como Rey Sol era un amante de la música. Tenía cierta habilidad con el laúd y era un excelente bailarín. Aunque no dejó ninguna marca como intérprete, tenía amplios conocimientos musicales y era sumamente crítico con la elección de los músicos de su corte. Y es que el mecenazgo sobre algún intérprete o compositor era un acto decisivo a la hora de potenciar su imagen al exterior. Así, figuras como Jean-Baptiste Lully, François Couperin, Marin Marais, Marc-Antoine Charpentier, Elisabeth Claude Jacquet de la Guerre y Jean-Philippe Rameau, formaron parte de sus músicos y protegidos.
La música en la corte de Luis XIV estaba organizada en tres grandes divisiones: Musique de la Chambre (Música de Cámara), principalmente con instrumentos de cuerda y teclado, así como cantantes que acompañaba los festejos y bailes al interior de los salones del Palacio de Versalles. La Musique de la Grande Écurie (Música de la Gran Caballeriza) con instrumentos de aliento y percusión, presente en los actos al aire libre y las cacerías. Por último, pero no menos importante la Musique de la Chapelle Royale (Música de la Capilla Real) para los servicios religiosos. La creación y práctica de distintas dotaciones fue reconocida en conjuntos como los Vingt-quatre Violons du Roi y los Douze Grands Hautbois, formado por instrumentos de aliento. Juntos constituyeron la primera orquesta formalmente establecida. La solemnidad y la galantería impregnaron la música francesa. La musique , bien podría haber dicho Luis XIV, c'est moi .
Aquel personaje majestuoso apareció en las óperas de Rameau como Dárdano , hijo de Zeus y Electra, antepasado de los troyanos. Una tragedia musical estrenada en 1739 y reelaborada en 1744, cuya música nos remite al carácter solemne y suntuoso de la corte francesa. Sin embargo, la música de cámara no sólo remitía a la danza. También a momentos de deleite y contemplación de obras como las cantatas, donde la voz era sumamente importante, así como sonatas y suites instrumentales. Tal fue el caso de la música de la clavecinista y compositora Elisabeth Claude Jacquet de la Guerre. «La petite Merveille», como la llamaba Luis XIV, escribió música de cámara para clavecín e instrumentos de cuerda, aunque también incursionó en la ópera con Céphale et Procris(1694), con lo cual se convirtió en la primera mujer en componer una ópera en Francia. Su música de cámara está llena inventiva motívica. Su manejo del contrapunto y el contraste entre sus diferentes movimientos muestra elegancia pura. Por su parte, Michel Pignolet de Montéclair fue particularmente sensible al color orquestal. Sus Conciertos para flauta traversa y bajo iluminado, reflejan su predilección por los petit airs , piezas sencillas y breves, pero conmovedoras.
Hacia el final del reinado de Luis XIV la vida musical en la corte real comenzó a declinar, por lo que el centro de la vida musical francesa se desplazó de Versalles a París. Arcangelo Corelli y Antonio Vivaldi se hicieron conocidos entre los músicos y compositores franceses. Muchos de ellos optaron por un estilo más “cosmopolita”, aunque sin abandonar las convenciones que definieron su estilo nacional. Louis-Antoine Dornel fue capaz de incorporar la lógica armónica y la claridad formal de Corelli en su música. Publicada en 1709, la Sonata en cuarteto en si menor alterna entre secciones lentas y expresivas con movimientos llenos de virtuosismo.
Boismortier escribió para varias combinaciones de instrumentos, en especial para flauta traversa, su instrumento predilecto. Muestra de ello fue su Sonata en trío en mi menor Op. 37 núm. 2, donde cambiaron los tres movimientos utilizados por los compositores italianos. Por su parte, Michel Corrette no sólo apostó por abrir su música a otras latitudes. Los aires de la Ilustración impregnaron su música, que muchas veces partía de temas y canciones populares. Como editor y pedagogo contribuyó a democratizar la práctica musical. En sus Concertos comiques la música de la corte se unió a la del pueblo. Así, en el Concierto cómico núm. 25 las óperas de Rameau ( Les ​​indes galantes ) y Jean-Jacques Rousseau ( Le devin du village ) se unieron aLa Fürstemberg , una de las canciones más populares de la época. Cada movimiento presenta un tema con breves variaciones que no dan tregua al virtuosismo.
Hacia el final del siglo XVIII la corte de Luis XVI y María Antonieta aún disfrutaba de la tradición musical que habían iniciado sus ancestros. Pero, así como el contexto político y social, el ambiente musical había cambiado. La historia sabe el cruento desenlace de los monarcas. Sin embargo, aún podemos disfrutar de aquellos días de bonanza y fecunda vida de la música cortesana.

Notas:
Montserrat Pérez Lima

17 de noviembre
Casa Universitaria del Libro
6:00 p. m.