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OJUEM | Primera temporada 2024 | Programa 3 Foco parajes

OJUEM | Primera temporada 2024 | Programa 3 Foco parajes

En este concierto, la OJUEM presenta la Suite St. Paul de Gustav Holst, conocido por la suite orquestal Los planetas; en esta ocasión se incluye esta obra completada en 1913 para la orquesta de sus alumnas en la Escuela para Niñas St. Paul’s School de Hammersmith en Inglaterra. Después se presenta Víctor Manuel Morales como solista para el estreno mundial del Concierto para órgano y orquesta de cuerdas del compositor mexicano Galo Ortiz. La segunda parte del concierto incluye el Divertimento para orquesta de cuerdas de Béla Bartók, obra escrita en 1939 que fusionó elementos neoclásicos con modernistas, al recurrir a los "divertimentos", un formato popular entre compositores como Haydn y Mozart.

Programa sujeto a cambios.

Participantes

Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata / Laura Reyes, directora huésped / Víctor Manuel Morales, órgano

Programa

Gustav Holst (1874-1934)
Suite St. Paul, Op. 29 núm. 2
I. Giga: Vivace
II. Ostinato: Presto
III. Intermezzo: Andante con moto
IV. Finale (The Dargason): Allegro
Duración aproximada: 13 minutos

Galo Ortiz (1991)
Estreno mundial de Concierto para órgano y orquesta de cuerdas
I. Allegro
II. Andante
III. Allegro
Duración aproximada: 16 minutos

Víctor Manuel Morales, órgano

Intermedio

Béla Bartók (1881- 1945)
Divertimento para orquesta de cuerdas, Sz. 113
I. Allegro non troppo
II. Molto adagio
III. Allegro assai
Duración aproximada: 26 minutos

Duración aproximada total: 55 minutos

Semblanza de los participantes

Laura Reyes
Directora huésped
Graduada de un doctorado que cursó en Universidad de Cincinnati, Laura Reyes fue directora asistente de la Orquesta Sinfónica de Mason y la Orquesta de la Comunidad de Seven Hills en Ohio, Estados Unidos en 2022 y 2023. Ha trabajado con la Orquesta de Cámara de Cincinnati, la Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas, la Orquesta y Coros de la Colmena Universitaria de la Universidad de Guanajuato. Fue directora titular de la Orquesta y Coro Esperanza Azteca Xochimilco. Además, fue parte de la Sinfónica de Alientos de la Policía Federal de México con la que se presentó en la México y Belice. Ha actuado al frente de la Sinfónica de Chiapas, la Filarmónica de Acapulco, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Filarmónica de las Artes, el ensamble de música contemporánea Liminar, la Orquesta Típica de la Ciudad de México y la Filarmónica de Querétaro, entre otras. Recientemente llevó a cabo su debut en la ópera al dirigir La caída de la casa Usher de Philip Glass durante el Festival CulturaUNAM 2023. Su experiencia abarca también la investigación y rescate de la música mexicana del siglo XIX a través de arreglos para ensambles de alientos con el proyecto Ecos del México del siglo XIX. Actualmente, es directora de la Cinema Concert Orchestra y es beneficiaria del estímulo de Creadores Escénicos del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (2022-23) en la categoría de directores de orquesta y ensambles.

Víctor Manuel Morales
Órgano
Tras titularse de la licenciatura en piano, Víctor Manuel Morales cursó una maestría en órgano en la Facultad de Música de la UNAM. Se ha presentado en el Palacio de Bellas Artes, la Sala Nezahualcóyotl, el Museo Nacional de Arte, el Anfiteatro Simón Bolívar, el Teatro de las Artes y Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, además de la Antigua Basílica de Guadalupe, la Catedral de Guadalajara y otros templos. Ha colaborado con Iván López Reynoso, Rodolfo Ritter, Adrián Justus, Miguel Ángel Villanueva y Juan Zurutuza. Ha realizado giras como pianista y organista por España, Francia y Países Bajos. Ha participado en siete grabaciones y dos trabajos editoriales, entre los que destacan From the Edge of Time (2010) con el flautista Pablo Hidalgo Wong, Colores (2015) con obras de Federico Ibarra y Leonardo Coral, Cantos místicos (2017) con música de Paulino Paredes, Zapateado mexicano (2018) con música para órgano de Ramón Noble Olivares, y Mexican Landscapes (2023) con obras para órgano de autores mexicanos contemporáneos. Recibió apoyo del programa Creador Escénico con Trayectoria (2020-2023) del Fonca y desde 2017 es profesor de la Facultad de Música de la UNAM.

Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata
La Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM) de la UNAM es un ensamble sinfónico fundado en 2012 que reúne a varios de los jóvenes músicos más destacados y talentosos del panorama nacional. Sus integrantes tienen una intensa práctica orquestal, y además participan en clases magistrales impartidas por reconocidos solistas, seminarios de música de cámara y talleres seccionales. La orquesta lleva el nombre de Eduardo Mata, director de la OFUNAM entre 1966 y 1976. La OJUEM tiene su sede en la Sala Nezahualcóyotl de Ciudad Universitaria. Además, realiza giras por las escuelas, preparatorias, facultades y otras dependencias de la Universidad. Ha ofrecido conciertos en Michoacán, Querétaro, Morelos, Estado de México, Guerrero y Guanajuato. Ha realizado dos giras internacionales, una por Italia con presentaciones en Roma y Merano en 2015, y otra en Nueva York. En 2019, salió al mercado su primer disco, El árbol de la vida, con música de Moncayo, Revueltas y Hebert Vázquez, entre otros compositores. El primer director artístico de la OJUEM fue Jan Latham-Koenig y actualmente es Gustavo Rivero Weber. Ha actuado bajo la batuta de directores huéspedes como Enrique Bátiz, Avi Ostrowsky, Massimo Quarta, Ronald Zollman, Enrique Arturo Diemecke, Bojan Sudjić y Rodrigo Macías, por mencionar algunos. Entre los solistas que han colaborado con la Orquesta se puede mencionar a Pascal Rogé, Roberto Díaz, Jorge Federico Osorio, Manuel Ramos, Erika Dobosiewicz, Makoto Ueno, Fernando de la Mora, Nikolai Khoziainov y Pablo Garibay, entre otros.

Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata

Gustavo Rivero Weber, director artístico

Violines primeros
Isaac Martínez
Emmanuel Bautista
Alberto Gamboa
Efraín Benavides
Javier Carranza
Israel Coyoc
Édgar Román
Leopoldo Mendoza
Juan Pablo Ortega
Diana Ayón
Erick Álvarez
Belem Espitia
Guadalupe Aguirre

Violines segundos
Iván Núñez
Aaron Jiménez
Lenin Gallardo
Armando Frost
Nubia Torres
Maya García
Sarahí Barranco
Taisha González
Juan Pablo Ramírez
Claudio Zepeda
Milton Carrera

Violas
Marco Inda
Katherine Jones
Edgar Venegas
Mariana de Jesús Núñez
Marlene Lara
Isela del Ángel Vega
Francisco Esparza
Samuel Rojas

Violonchelos
Emiliano Núñez
Rosa Lira
Erick A. Villa
Alejandro Cruz
Mario Nucamendi
Alanís Pérez
Pablo Montero
Georgy Diorditsa

Contrabajos
Federico Macchetto
Ricardo Caminos
Salvador Mena

Flautas
Arleth Arpide
Arihan Cornejo

Oboes
Rebeca Ornelas
Daniela Sierra

Clarinete
Gabino Salas

Fagot
Alaide Najera

Cornos
Diego Sánchez
Gabriel Mendoza
Ángel Herrera
Donovan Medrano

Trompetas
Hayden Cornejo
Roberto Durán

Trombones
Brandon Flores
Aleksei Arreola

Tuba
Emmanuel Chavarría

Percusiones
Javier Guzmán

René Báez
Gerente

Eduardo Barrera
Coordinador de Becarios

Rodrigo Julkim Mendoza
Bibliotecario

Alfredo Mendoza
Asistente

Samuel Romero
Sergio Honorato
Técnicos


Notas al programa

Gustav Holst (Cheltenham, 1874 - Londres, 1934)
Suite St. Paul, Op. 29 núm. 2
En la historia de la música se habla de los grandes compositores, pero pocas veces de las y los maestros detrás de las aquellas figuras. Curiosamente, Gustav Holst conjuntó ambas facetas, compartiendo por igual su tiempo para la composición y la docencia. Maestro no de una, sino de tres instituciones distintas, permaneció por casi treinta años al frente de la dirección musical en la Escuela de Niñas de St. Paul, en Hammersmith, Inglaterra. Fue en 1913 cuando escribió la Suite St. Paul, obra para orquesta de cuerdas dedicada a la orquesta de alumnas de la institución. Más que una exploración técnica, cada movimiento evoca el carácter y el folclor inglés. La Giga nos recuerda una animada celebración. El Ostinato hace honor a su nombre con un motivo constante. El Intermezzo nos regala un bello dúo entre el violín y la viola, intercalado con arrebatos de energía de la orquesta. El movimiento final recupera el pasado musical británico, a través de la cita de dos temas tradicionales: The Dargason y Greensleeves. Solemnidad y celebración, juntas conviven en una animada danza.

Galo Ortiz (1991)
Concierto para órgano y orquesta de cuerdas
Desde las más antiguas posibilidades del hydraulis, creado por el inventor y matemático griego Ctesibio, hasta los imponentes órganos de las catedrales de Notre Dame en París y el Wanamaker en Filadelfia, estos instrumentos han atrapado la atención de los compositores, al albergar una infinidad de sonidos. La potencialidad latente del instrumento inspiró el Concierto para órgano y orquesta de cuerdas de Galo Ortiz, gestado en 2015 a partir de una exploración del teclado, y revitalizado en 2017 gracias a la colaboración cercana con el organista Víctor Manuel Morales, a quién fue dedicada la obra. Más que un concierto solista, se trata de un doble concierto, pues tanto el órgano como la orquesta comparten el protagonismo. Esto es evidente desde el primer movimiento, donde se enzarzan en una batalla de contrastes. El segundo movimiento desarrolla un tema memorable que, como un organismo vivo, se transforma, pero persiste en su esencia. El último movimiento revela que la aparente "batalla" es, en realidad, la construcción de un todo, al reintegrar los temas y colores tonales de los movimientos previos, cerrando así un ciclo, volviendo al inicio, a casa.

Béla Bartók (Nagyszentmiklós, 1881 - Nueva York, 1945)
Divertimento para orquesta de cuerdas, Sz. 113
En los albores del siglo XVIII, los salones y cortes vieron nacer una serie de obras diseñadas para el entretenimiento: los divertimentos. No obstante, esto no excluía la posibilidad de obtener obras de gran factura, tal fue el caso de compositores como Haydn, Boccherini y Mozart. Varios años más tarde, en 1939, Béla Bartók acudió a aquel formato para dar vida a su Divertimento para orquesta de cuerdas Sz. 113. En medio de la Segunda Guerra Mundial, Bartók estaba alejado de la catástrofe. Aunque consciente de la situación, el compositor se encontraba en Suiza por cortesía de Paul Sacher, director de la Orquesta de Cámara de Basilea, quien le encargó escribir la obra. A través de este mecenazgo, Bartók se inspiró en las prácticas del pasado, al adoptar el carácter dancístico de los divertimentos. Además, retomó características de los concerti grossi del Barroco, en los que contrasta la orquesta de cuerdas con una sección solista más pequeña. El contraste también se hace evidente en cada movimiento: el primero es vivaz y luminoso, el segundo es obscuro e inquietante. Por su parte, el movimiento final refleja los intereses del compositor por la música folclórica de Europa del Este y desarrolló un tema en una danza desenfrenada.

Notas: Montserrat Pérez-Lima

11 de febrero
Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario
6:00 p. m.