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OJUEM | Conciertos de verano | Programa 2

En su segundo programa de los Conciertos de verano 2024, la OJUEM presenta la Sinfonía núm. 1 de Federico Ibarra, obra de 1991 escrita en conmemoración del segundo centenario de la muerte de Mozart. Además, se une al percusionista Carlos Blázquez para interpretar el Concierto para vibráfono, percusiones y cuerdas, también titulado Apertura y custodia del plexo solar, de Odín Zamorano. La segunda parte del programa incluye la Sinfonía núm. 35 de Wolfgang Amadeus Mozart. Escrita en 1782, esta obra es conocida como la Sinfonía Haffner por su relación con una de las familias más prominentes de Salzburgo. Finalmente, presenta el poema sinfónico Finlandia de Jean Sibelius, obra de 1899 que reflejó el despertar nacionalista finlandés frente a la opresión rusa de la época.

Programa sujeto a cambios.

Fotografía de Gustavo Valdez

Participantes

Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata / Eduardo Diazmuñoz, director huésped / Carlos Blázquez, vibráfono

Programa

Federico Ibarra (1946)
Sinfonía núm. 1
Duración aproximada: 10 minutos

Odín Zamorano (1990)
Concierto para vibráfono, percusiones y cuerdas, Apertura y custodia del plexo solar
Duración aproximada: 17 minutos

Carlos Blázquez, vibráfono

Intermedio

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Sinfonía núm.35 en re mayor, K 385, Haffner
I. Allegro con spirito
II. Andante
III. Menuetto
IV. Presto
Duración aproximada: 23 minutos

Jean Sibelius (1865-1957)
Finlandia, Op. 26
Duración aproximada: 9 minutos

Duración total aproximada: 60 minutos

Semblanza de los participantes

Eduardo Diazmuñoz
Director huésped
Egresado del Conservatorio Nacional de Música, Eduardo Diazmuñoz estudió piano, violonchelo, percusión y dirección. Entre sus maestros se puede mencionar a Léon Barzin, Leonard Bernstein y Francisco Savín. Desde 1983, se ha dedicado a la dirección y composición musical. Algunas de sus obras se han estrenado en escenarios de México, Estados Unidos y varios países de Europa. Ha dirigido a más de 110 ensambles en 17 países. En México ha trabajado con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, la Filarmónica de la UNAM, la Sinfónica Carlos Chávez, la Orquesta de Baja California y otras más. Desde 2019, está al frente de la Sinfónica Universidad Autónoma de Nuevo León en Monterrey. Ha ganado diversos premios, como el Premio Nacional de la Juventud 1975, dos discos de oro y uno de platino por el álbum El Tri sinfónico, cuatro reconocimientos de la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música, el Premio al Músico Internacional del Año 2003 y cuatro nominaciones al Grammy Latino. Ha impartido clases en la Universidad de Illinois, donde fue director general de ópera y del Ensamble de Música Nueva durante diez años; también fue profesor de maestría y doctorado en dirección orquestal, y presidente del área de dirección en el Conservatorio de Sídney, además de director la orquesta sinfónica. En 2020 celebró 45 años como director de orquesta.

Carlos Blázquez
Vibráfono
Originario de Puebla, Carlos Blázquez comenzó su formación musical en 2012 en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En 2015, ingresó a la Facultad de Música de la UNAM, donde se graduó con mención honorífica en 2023. Ha estudiado con Alejandro Sánchez, Arturo González y Francisco Sánchez, entre otros. Ha sido percusionista y timbalista de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía de la Facultad de Música de la UNAM y de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM). Ha trabajado bajo la dirección de Enrique Diemecke, Sylvain Gasançon, Sergio Cárdenas y Juan Carlos Lomónaco, entre otros. Se ha presentado con diversas agrupaciones en escenarios de México y Nueva York, como la sede de la Organización de las Naciones Unidas. Ha colaborado con la Orquesta Sinfónica del Estado de México, la Sinfónica de Coyoacán, la Filarmónica de la Ciudad de México, la Camerata Metropolitana, la Filarmónica 5 de Mayo y el Coro y Orquesta de la Unviersidad de la Sorbona. En 2016 ganó el concurso para ser solista con la Orquesta de Cámara de la Escuela Nacional Preparatoria. En 2023, grabó el disco El vibráfono en México.

Notas al programa

Federico Ibarra (Ciudad de México, 1946)
Sinfonía núm. 1
Las sinfonías están estrechamente asociadas con el siglo XVIII y con compositores como Haydn, Mozart y Beethoven, quienes no sólo las cultivaron, sino que también las moldearon y construyeron de manera notable. No obstante, la relación con la palabra sinfonía tiene raíces mucho más antiguas. Procedente del griego syn (juntos) y phōnē (sonido), fue utilizada en la Edad Media y el Renacimiento para referirse a motetes, donde varias voces o instrumentos interpretan en conjunto. Durante los siglos XIX y XX, e incluso en el siglo XXI, los compositores han continuado con la tradición de estas obras de gran escala, aunque con diversas modificaciones y adaptaciones a sus propias concepciones de la forma, tal es el caso de la Sinfonía núm. 1 de Federico Ibarra. Terminada el 25 de junio de 1991, resultó de un encargo al compositor por parte del director de orquesta Enrique Diemecke para la Orquesta Sinfónica Nacional de México con motivo del bicentenario de la muerte de Mozart. Ibarra concentró los tradicionales cuatro movimientos en uno sólo con cinco secciones que mantienen un hilo conductor marcado por un carácter solemne, pero a la vez lleno de tormento. Esto no podría tener más coherencia con el epígrafe de la partitura, “Para una tumba sin nombre”, que nos recuerda el triste desenlace de la vida del compositor austriaco. La obra entrelaza pasajes contrastantes que van desde la furia hasta la ensoñación, el misterio y la añoranza, llevándonos finalmente a un frenesí, donde el tema principal reaparece y da su último suspiro.

Odín Zamorano (Ciudad de México, 1990)
Concierto para vibráfono, percusiones y cuerdas, Apertura y custodia del plexo solar
Entre los diferentes aspectos que uno espera encontrarse en un concierto, pocas veces se reflexiona en torno a “la entrega” del artista en escenario. Sin embargo, aun sin la plena consciencia de este aspecto, su ausencia es percibida por cualquiera, incluso sin estudios musicales. La entrega fue el motivo generador del Concierto para vibráfono, percusiones y cuerdas, Apertura y custodia del plexo solar, escrito en 2021 por Odín Zamorano a petición del percusionista Carlos Blázquez. El compositor percibió en su colega aquella presencia escénica que trató de llevar a las pautas del concierto. A su vez, esta característica se fundió con el interés y las exploraciones personales del compositor durante el encierro pandémico, donde, entre sueños, reconoció un personaje peculiar: Hánuman, el dios mono, aquel que en un acto de entrega se abre el pecho para demostrar su fe, como un acto de apertura y custodia de amor y admiración por Rama y Sita. Así, esta idea se traduce en una obra donde el solista y la orquesta entretejen un diálogo que pasa de lo pesante y doloroso a una brillante cadenza, precedida por la música que apareció en las ensoñaciones del compositor, cuyas reminiscencias transforman y abren el paso a un lugar luminoso. Hacia el final del concierto de un único movimiento, se vive una batalla final, donde el ritmo y la precisión juegan un papel importante en el diálogo entre el vibráfono y la orquesta, convocados a entregarse hasta la última nota, como una sola entidad triunfante después de la batalla.

Wolfgang Amadeus Mozart (Salzburgo, 1756 - Viena, 1791)
Sinfonía núm.35 en re mayor, K 385, Haffner
En 1781, a los 25 años de edad, Wolfgang Amadeus Mozart decidió establecerse en Viena para buscar una vida independiente después de varios años en la corte del príncipe de Salzburgo. Al año siguiente, recibió una solicitud especial de su padre, Leopold: componer una obra para celebrar el ennoblecimiento de Sigismund Haffner hijo, quien fuera amigo de la infancia del compositor. Mozart envió la partitura a su padre sección por sección, y la terminó justo a tiempo. Un año después, solicitó la partitura de vuelta porque necesitaba una sinfonía para un concierto en Viena. Al revisarla, Mozart quedó sorprendido por la calidad de la pieza, escribiendo: “Mi nueva sinfonía Haffner me ha sorprendido positivamente, pues había olvidado cada nota de ella. Seguramente producirá un buen efecto.” Revisó la partitura y convirtió aquella obra en una sinfonía de cuatro movimientos. En sus indicaciones, Mozart destacó que el primer movimiento debía interpretarse “con mucho fuego”, mientras que el segundo conserva un carácter refinado y elegante. El tercer movimiento es brillante, conectando con un final vibrante que el compositor indicó debe ser tocado “lo más rápido posible”.

Jean Sibelius (Hämeenlinna, 1865 - Järvenpää, 1957)
Finlandia, Op. 26
A finales del siglo XIX, Finlandia estaba bajo dominio ruso y experimentaba una creciente represión política. En 1899, se eliminó su derecho de autogobierno y se restringió severamente la libertad de expresión. En ese entorno, se organizaron las Celebraciones de Prensa, a beneficio del fondo de pensiones de los periodistas desempleados, las cuales terminaron por convertirse en un fuerte llamado político. El punto culminante fue la presentación de seis cuadros que representaban diferentes eventos de la historia finlandesa. Sibelius compuso la música para cada cuadro y terminó con un final conmovedor y patriótico: Finlandia despierta. Esta pieza recibió una acogida tan entusiasta que Sibelius la revisó como una obra independiente. Renombrada como Finlandia, se convirtió en un símbolo del nacionalismo finlandés. La obra fue un éxito inmediato en toda Europa, aunque por temor a represalias rusas, Sibelius hizo que se interpretara bajo nombres alternativos. El fervor generado llevó a que se convirtiera en el himno nacional “no oficial” de Finlandia, lo que catapultó al compositor a la fama mundial y lo convirtió en un héroe nacional de su país.

Notas: Montserrat Pérez-Lima

25 de agosto
Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario
6:00 p. m.
general - $50