Gibrana Cervantes, violinista e improvisadora
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Laboratorios sonoros | Gibrana Cervantes

Señal de cambios. Con el pretexto de compartir para el proyecto Laboratorios sonoros de Música UNAM, Gibrana Cervantes presenta el desarrollo de una pieza que involucra la arquitectura y naturaleza del lugar donde actualmente vive por la pandemia y que ha influido en su trabajo. La pieza consiste en la colaboración del sonido con el espacio, tomando como referencia la interacción del violín con la acústica de un teatro de marionetas y sonidos del ambiente.
«Señal de cambios» es una pieza sonora para violín que interactúa con el ambiente generado por los sonidos de la naturaleza en un teatro de marionetas. Toma como inspiración de cada medio o paisaje sus propias características sonoras, que en cierta manera, están determinadas por sus componentes naturales. Se trata de yb trabajo en el que improvisación y naturaleza buscan influir en el oyente y generar una experiencia sensorial y armónica con el entorno natural. En un primer momento, la obra parte de una colaboración con el Teatro LIT, proyecto de Paulo Landa, ubicado en La Pitaya, Veracruz y es presentada en el marco de «Laboratorios sonoros» de Música UNAM. Relata la autora: «La Pitaya es el lugar donde actualmente resido, y donde he desarrollado una serie de exploraciones contemplativas y una investigación sobre la bioacústica y su capacidad de generar experiencias sensibles e inmersas.»
Señal de cambios
Gibrana Cervantes es una violinista e improvisadora mexicana. De formación clásica, a lo largo de su carrera ha participado en proyectos y orquestas de música clásica y contemporánea. Es fundadora de los proyectos Amor Muere y Vyctoria. Ha centrado su trabajo como violinista en el procesamiento de sonidos para utilizar el ruido como una herramienta de composición, en el que mezcla la atmósfera con la melodía. Es fundadora y responsable de la curaduría de la galería sonora 316centro, un espacio enfocado en sacar a la luz las diferentes manifestaciones del arte sonoro que marcan la vida musical en la Ciudad de México. En su trabajo actual, enfocado en la bioacústica de un bosque de niebla, aplica técnicas extendidas del violín, manipulado con elementos electrónicos y la composición de su primer álbum individual.
Señal de cambios. Con el pretexto de compartir para el proyecto Laboratorios sonoros de Música UNAM, Gibrana Cervantes presenta el desarrollo de una pieza que involucra la arquitectura y naturaleza del lugar donde actualmente vive por la pandemia y que ha influido en su trabajo. La pieza consiste en la colaboración del sonido con el espacio, tomando como referencia la interacción del violín con la acústica de un teatro de marionetas y sonidos del ambiente.
«Señal de cambios» es una pieza sonora para violín que interactúa con el ambiente generado por los sonidos de la naturaleza en un teatro de marionetas. Toma como inspiración de cada medio o paisaje sus propias características sonoras, que en cierta manera, están determinadas por sus componentes naturales. Se trata de yb trabajo en el que improvisación y naturaleza buscan influir en el oyente y generar una experiencia sensorial y armónica con el entorno natural. En un primer momento, la obra parte de una colaboración con el Teatro LIT, proyecto de Paulo Landa, ubicado en La Pitaya, Veracruz y es presentada en el marco de «Laboratorios sonoros» de Música UNAM. Relata la autora: «La Pitaya es el lugar donde actualmente resido, y donde he desarrollado una serie de exploraciones contemplativas y una investigación sobre la bioacústica y su capacidad de generar experiencias sensibles e inmersas.»
Gibrana Cervantes, violinista e improvisadora
Señal de cambios
Gibrana Cervantes es una violinista e improvisadora mexicana. De formación clásica, a lo largo de su carrera ha participado en proyectos y orquestas de música clásica y contemporánea. Es fundadora de los proyectos Amor Muere y Vyctoria. Ha centrado su trabajo como violinista en el procesamiento de sonidos para utilizar el ruido como una herramienta de composición, en el que mezcla la atmósfera con la melodía. Es fundadora y responsable de la curaduría de la galería sonora 316centro, un espacio enfocado en sacar a la luz las diferentes manifestaciones del arte sonoro que marcan la vida musical en la Ciudad de México. En su trabajo actual, enfocado en la bioacústica de un bosque de niebla, aplica técnicas extendidas del violín, manipulado con elementos electrónicos y la composición de su primer álbum individual.