Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata / Franz Schottky, director huésped / Cihat Aşkın, violín

Felix Mendelssohn (1809-1847)
Concierto para violín en mi menor, Op. 64
I. Allegro molto appassionato
II. Andante - Allegretto non troppo
III. Allegro molto vivace
Duración aproximada: 30 minutos

Cihat Aşkın, violín

Intermedio

Anton Bruckner (1824-1896)
Sinfonía núm. 6 en la mayor
I. Majestoso
II. Adagio. Sehr feierlich
III. Scherzo. Nicht schnell - Trio. Langsam
IV. Finale. Bewegt, doch nicht zu schnell
Duración aproximada: 59 minutos

Duración aproximada total: 89 minutos

Franz Schottky
Director huésped
A los veinte años, Franz Schottky ingresó en la clase Sergiu Celibidache en Múnich, con quien estudió hasta la muerte del maestro en 1996, y de quien aprendió tanto dirección como fenomenología musical. Tomó clases magistrales con Roman Kofman y Jörg Bierhance. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Shanghái, el Conservatorio de Praga y otras instituciones. Ha dirigido óperas, coros y orquestas. Ha sido asistente, correpetidor y pianista de orquesta. Ha participado en los Festivales de Ópera de Heidenheim y en la producción operística de Schulamit en Múnich. Entre las orquestas que ha dirigido se puede mencionar la Sinfónica de Jerusalén, la Orquesta dell'Arena di Verona, la Sinfónica Siciliana, la Filarmónica Gioachino Rossini, la Sinfónica Metropolitana de Bari, la Filarmónica de Moravia, la Capella Cracoviensis, la Orquesta de Cámara Estatal de Kazajistán Academia de Solistas y la Sinfónica del Estado de México. Durante su carrera, ha mantenido un profundo y prolongado compromiso con la obra sinfónica de Anton Bruckner. Actualmente, es el director principal y artístico de la Kammerphilharmonie dacapo de Múnich, orquesta que fundó en 2000.

Cihat Aşkın
Violín
Tras graduarse del Conservatorio de la Universidad Técnica de Estanbul, Cihat Aşkın estudió maestria y doctorado en el Colegio Real de Müsica y la Universidad de la Ciudad de Londres. Es considerado un representante de la escuela de violín turca y participa de la cultura oriental y occidental. Desde los 11 años ha tocado en conciertos, festivales, emisiones de radio y televisión, conferencias y talleres en 51 países en cuatro continentes. Ha colaborado con Ayhan Turan, Rodney Friend, Yfrah Neaman, Igor Oistrakh y Ruggierro Ricci. Ganó el premio Rome Foyer des Artistes, la Medalla de Oro del Kennedy Center, la Medalla de Honor de Buenos Aires, el Premio Honorífico del Festival de Música de Estambul y la Medalla de Oro de la Fundación SCA. Ha realizado grabaciones para sellos discográficos de varios países. Ha compuesto y arreglado muchas piezas en miniatura y bandas sonoras de películas. Ha sido integrante del jurado en diversos concursos nacionales e internacionales. Es fundador del Centro de Estudios Avanzados en Música la Universidad Técnica de Estanbul, Cihat Aşkın and Little Friends, el Ensamble Aşkın y la Orquesta de Cámara de Estambul.

Felix Mendelssohn (Hamburgo, 1809 - Leipzig, 1847)
Concierto para violín en mi menor, Op. 64
¿Aplaudir o no aplaudir? Ésa es la cuestión. Una pregunta que seguramente más de uno se ha hecho en su primera visita a un concierto de orquesta. Durante gran parte de la historia musical, los estallidos de aplausos eran esperados por los músicos después de cada pieza musical. Sin embargo, en el siglo XIX se establecieron ciertas convenciones en los conciertos, incluida la idea de que el aplauso no debía interrumpir los movimientos de una misma obra, sino reservarse para el final. Felix Mendelssohn fue uno de los compositores que respaldó estas ideas, incluso llegó a dejar instrucciones claras en algunas de sus obras para tocar de manera continua, sin dar espacio para posibles interrupciones por aplausos. Tal es el caso de su Concierto para violín en mi menor Op. 64. Además de centrarse en la continuidad de esta obra estrenada en 1845, Mendelssohn también innovó al situar la intervención del solista al comienzo del concierto, en lugar de la orquesta. Desde los primeros acordes, el violín se destaca con un tema entrañable en el repertorio del instrumento. El primer movimiento no concluye de forma convencional, ya que el fagot sostiene una nota que conecta con el comienzo del segundo movimiento, lento. Este movimiento entreteje un emotivo encuentro entre el violín y la orquesta, preparando el terreno para el último movimiento, donde las sutiles variaciones del tema principal exhiben el virtuosismo del solista.

Anton Bruckner (Ansfelden, 1824 - Viena, 1896)
Sinfonía núm. 6 en la mayor
Anton Bruckner fue un compositor sumamente autocrítico. Muchas de sus sinfonías existen en varias versiones, donde incorporaba comentarios, ya fuera para enaltecer o hacer críticas severas sobre la música. Sin embargo, sólo existe una versión de su Sinfonía núm. 6 en la mayor. Escrita entre 1879 y 1881, la Sexta de Bruckner fue descrita por el compositor como su sinfonía “más atrevida”. Aunque aparentemente no rompió los esquemas formales de sus predecesores, llevó al extremo cada material. Como un caleidoscopio sonoro, Bruckner experimentó con la transformación de motivos musicales, confrontó ritmos pares e impares y crear así una calidad polirrítmica única. Además, nos regaló temas memorables, como el del majestuoso primer movimiento (designado justamente Majestoso). El Adagio presenta un contraste entre lo solemne y melancólico, mientras que el tercer movimiento está lleno de vigor. El último movimiento recupera elementos del primero, pero en una versión renovada. Curiosamente, Bruckner sólo pudo escucharla completa una vez en su vida, durante un ensayo. No fue sino hasta 1899 cuando Gustav Mahler la interpretó “completa”, aunque de forma abreviada y con importantes intervenciones. Así que una oportunidad como ésta es para disfrutarse al máximo para apreciar cada uno de los magníficos temas y el poderío sonoro de la orquesta.

Notas: Montserrat Pérez-Lima